viernes, diciembre 08, 2006

MESUENA - Fun Lovin' Criminals


Fue pura casualidad. A punto de pagar por un par de cd’s en la Esperanto del San Ignacio me doy cuenta de ese sonido agradable que hacía rato se escuchaba en el local. Y ahí estaba el disco: Fun Lovin’ Criminals.

Alguna vez tuve –debe estar por ahí- un cd de estos personajes llamado 100% Colombian. Supongo que está claro a qué se refiere el título. Pero este encuentro no fue con una nueva producción sino con una recopilación de éxitos fechada en 2002: Bag of Hits. Mejor no podía ser.

Esta es una banda formada en 1993 por Huey y Fast, dos neoyorquinos a quienes imagino siempre fumados, colocados con ese monte hidropónico que circula por las calles de Manhattan. La historia es simple: se conocieron, se hicieron amigos, se juntaron a escribir canciones y luego reclutaron a un baterista. Comenzaron a tocar en Limelight y luego de su sexta presentación en el club se ganaron la lotería: un pesado de EMI América les pasó una tarjeta y les dijo: “Llamen”.

Dos años más tarde lanzaron el álbum Come Find Yourself y pegaron fuerte con dos temas: King of New York y Scooby Snacks.

Lo de Fun Lovin’ Criminals no es pasar de superbanda de rock. Tampoco, claro son tan famosos aunque Huey pueda eventualmente salir a emborracharse con Liam Gallagher cuando visita Londres o su imagen esté, con un vaso de licor en la mano, en el London Rock Circus del Museo Madame Tussaud.

En el plano musical, que es lo que importa, los Fun Lovin’ tienen unas cuantas cosas que enseñar con esa música que produjeron hace ya sus buenos años y que –como todo lo bueno- sigue sonando tan sabrosa. Alimentados con películas estadounidenses de serie B, con blaxplotation y con mucha estética gangster, estos tres combinan hip hop, funk, rock, blues, Sinatra, Dean Martin y mucho soul hasta lograr una cadencia que si bien no es una gran aventura sí tiene algo que a muchos les falta: personalidad.

Fun Lovin’ Criminals suena a todo eso pero especialmente suenan a ellos mismos. No son blancos en actitud quiero-ser-negro-y-rapear. Y en estos días en que todos quieren tener a un hiphopero en el line-up y que hasta niñas dulces como Nelly Furtado se suman al bling bling -además de remedar el juego de caderas de Shakira- , no está demás escuchar un buen ejemplo de cómo asimilar la verdadera esencia de los ritmos negros urbanos sin necesidad de disfrazarse.

Esto lo dijo Huey en una vieja entrevista: "Tengo una voz realmente horrible, dar bien todas las notas, esto es lo más difícil. Sabía que no podía ser cantante, pero tampoco rapero. No voy a hablar sobre el tamaño de mi pene, o sobre qué tipo de pistola prefiero. Pero si quieres sentarte y oír la historia como si estuvieras leyendo un libro, te daré 3 minutos y medio de algo interesante. Hay un dicho: hay ocho millones de historias en la ciudad desnuda. Cuando quiero escribir una canción, me doy una vuelta con mi bici BMX y con mis auriculares y me inspiro mirando a la gente. En NY se puede encontrar cualquier tipo de vida humana, así que sólo tienes que mantener los ojos abiertos”. Más nada.

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