viernes, enero 19, 2007

JARTERAPOP - Calamaro consiguió su karaoke

Nunca fui, a dios gracias, fan de Andrés Calamaro. Aunque reconozco que hay algunas canciones de su época de Los Rodríguez y algunas de su carrera en solitario que me gustan. La cosa es que cuando editó El salmón me confirmó algo que ya venía barruntando: Calamaro cree que todo lo que escribe es bueno, que sólo por el hecho de que lo escribió él ya "eso" es suficiente para que se convierta en una canción del carajo.

Esa es mi visión generosa y complaciente.

La otra es ésta: Calamaro es un falta de respeto, un tipo a quien le importa muy poco esa gente que compra sus discos y que está convencido de que siempre hay unas cuantas miles de personas que se regocijarán con cualquier basura que él les lance.

Y se las lanza. Sólo que generalmente, en esos restos que tira a la calle, se cuelan dos o tres buenas piezas que perfuman la hediondez del resto. Y por eso le llaman "genio", especialmente en su país.

Ciertamente es un tipo buena onda, capaz de hacer líneas extraordinarias, pero justamente por eso es que molesta la displicencia con la que "resuelve" sus discos.

He estado escuchando, por puro empeño, su nuevo cd: El Palacio de las flores. Dicen que Calamaro ha venido atravesando un periodo de crisis creativa y en medio de eso, se decidió por versionar, una faceta que le queda muy bien cuando se trata de tangos tal como lo hizo con Tinta roja.

Con El Palacio de las flores, dicen, sale de ese bajón. Pero no lo creo. Una reseña en la revista Rolling Stone Latinoamérica, lo pinta como el gran trabajo y le da sus cuatro estrellitas. De vaina que no le puso carita feliz. El autor del review es, oh qué cosa, argentino... y venera al maestro.

Pero Calamaro se buscó la peor compañía para tratar de salir de la sequía. Tanto, que ni siquiera se puede decir que salió porque en este cd hasta se versiona a sí mismo. Litto Nebbia es ese compañero: uno de esos figurones de la escena musical argentina a quien imagino claramente de piernas abiertas recibiendo -todavía, en el siglo XXI- carretadas de Nueva Trova cubana, con sus Pablo y sus Silvio y toda su caspa disfrazada de poesía y de un humanismo acomodaticio del tipo que es tan pero tan sensible y tan poeta que no puede ver las atrocidades del gobierno que los subvenciona y les concede la gracia de dejarles cantar.

Lo que hizo Litto Nebbia produciendo este disco fue montarle un karaoke a Calamaro: le puso una banda muy lucida, muy correcta, tocando una musiquita que nada tiene que ver con Calamaro y que bien podría sonar por su cuenta, sin cantante, en cualquier sala de espera de un dentista.

Sobre eso, que más bien parece una sucesión de pistas compuestas por Pablo Milanés, canta Calamaro cuesta abajo en su rodada, pero también le podría funcionar a Jorge Rigó, a Luis Miguel o a esa pava ambulante apellidada Arjona.

Y si no fuera suficiente con el daño que le hace al pana, el funesto Litto también aporta el horror de su voz en algunos temas.

A veces, Andrés, parece que sí es cierto que es mejor andar solo que mal acompañado.

5 comentarios:

LL dijo...

Tienes toda la razón! Y me encantó tu blog de crítica pesada!Lo puse en mis favoritos!

La madrecita buena

demalamadre dijo...

Una madre sensata... Gracias por pasearte por acá y dejarnos la intriga de esa foto en miniatura

Anónimo dijo...

Una sábana de bronca contra un creador, una sola respuesta complaciente.
Palo a Andrés porque escribe demasiado, palo porque está "en crisis" y no escribe.
Palo a la poesía de la Nueva Trova que no entiendes, pero necesitas para pegarle a Fidel. ¿Y qué del gobierno de tu país, niño?

demalamadre dijo...

Y palo para ti por cursi... Di la verdad: ¿ese disco te gusta?

Anónimo dijo...

Para hablar de musica, primero hay que saber escuchar..
que comentario pobre..proba con la polica..