lunes, noviembre 13, 2006

TODOBICHODEUÑA - La vieja coleona

Toda vieja es una coleona en potencia. Algunas lo disimulan, otras hacen alarde. Pero no dejan pasar la oportunidad cuando la tienen al frente.

La vieja coleona se hace la pobrecita, la sufrida, la tan cargada de años, la achacosa. Va y se te mete por delante, después que llevas tanto rato haciendo fila. Tú, que no estás como para que te estén jodiendo de esa manera pero que aprendiste a respetar a tus mayores, te limitas a ponerle mala cara y a mirarla fijo. Ella, claro, trata de ignorarte, pero de pronto no le queda otra que enterarse de tu indignación. Y te mira.

Aquí las reacciones varían. Está la vieja que te mira y ya. Sigue en lo suyo como si no hubiera hecho nada malo. Está la que simula sorpresa y dice tratando de ser simpática: ¡ay, como que me colié! Es que no me di cuenta mijo, ya sabes, con la edad... También hay de esas que en el momento en que se encuentran sorprendidas en su mala fe, pretenden convertirse en tu abuela y te agarran del brazo y todo. Y están las que quieren hacerte creer que están ofendidas por tu falta de gentileza y se hacen a un lado –sólo a un lado, no es que se van al final de la fila- para dejarte pasar a ti, mal educado, poco caballero y desconsiderado con las viejitas.

En ese momento sientes que el odio de los demás gira hacia ti. Y comprendes la diabólica estrategia de la anciana justo cuando ya caíste en la trampa: reprimes el paso, haces un ademán cortés con el brazo y le dices, “doñita, por favor, pase usted, no se preocupe”. Y te quedas ahí como un pendejo al que se le acaban de colear.

Esas, pese al bochorno, no son las peores. Las peores son esas doñas entradoras, que vienen acompañadas de un viejito más débil o menos mandón que ellas (que es más o menos lo mismo): el viejito le señala dónde es que comienza la cola, pero ella –arpía añejada de canas tirando a morado- se lanza de una vez a lo que vino: a colearse.

Fulmina al marido con los ojos y se coloca en posición. El viejito, pobre, se repliega. Trata de que no lo vean. Se arrincona. Está consciente, desde hace muchos años, de que si hay problemas, tendrá que intervenir. Sacar fuerzas y plantar el pecho. Es decir, si hay coñazos y mentadas de madre, él –como siempre- llevará la peor parte porque nadie le pega a una vieja. O al menos no en público. Y eso lo sabe la imbatible vieja coleona.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

deja las viejas en paz, que está comprobado que los viejos más insoportables son los que en su juventud no tuvieron compasión con la edad de los demás. Por qué no te metes con los jóvenes coleones" en sus distintas versiones? en los partidos políticos, en los cupos de las universidades, en los estadios,en la peluquería. Verás que el coleo es el gran deporte nacional. De seres y animales

Anónimo dijo...

mi abuela era una profesional del coleo. en una época llegó a tener una táctica especial para ir a cobrar la pensión: se compró un cabestrillo de tela que se ponía en el carro, justo antes de bajarse. lo peor era que muchas veces nos obligaba a los nietos a acompañarla en semejante farsa, y no nos quedaba más remedio que agarrarla por el brazo, en ardir de nieto protector, evitando que los demás en la cola nos miraran.
Pero, en muchos casos, ni siquiera necesitaba de su falso brazo lisiado. En el Banco Consolidado entraba directo a la oficina de la Gerente, con quien conversaba durante horas sobre su vida privada (la de la Gerente, que siempre era muy sufrida) y aconsejaba con su humor irreductible.
¿Y de qué sirve llegar a vieja si no es para colearse?

Cyn Rodríguez @CynMu dijo...

La vieja coleona me molesta, pero no es la que más me encoleriza. Están: la vieja observadora: "mija, tás más repuesta", la vieja aleccionadora: "no dijas vieja que tú también vas a llegar, dile la señora", la vieja nostradamus: "yo sabía que eso te iba a pasar" (pero no te dijo un coño para arreglarlo, por supuesto), la vieja parejera "sí, sí... no, no", la vieja chavista: "uh, ah" y la vieja ultraescuálida: "es que chávez es un negro feo".
Del coleo, cierto que es deporte nacional, como comenta un usuario anónimo, lo cual no lo hace mejor. La mamá de las mentadas de madre para todos (viejas o no) los que se colean.
Ahora, la vaina del cabestrillo hay que reconocer que está del carajo.

Anónimo dijo...

coleao es coleao, y basta de eufemismos y rebaja de penas para personas de la tercera edad. si tuvieron paciencia para esperar la vejez; y si la tienen, tambien, para soportarla: pues entonces que se esperen. vieja coleada = vieja abusiva y malparida. coleao es coleao. rajá!

Anónimo dijo...

último round.