viernes, enero 11, 2008

QUENOHAY – Ah, era eso

De verdad que uno trata de vez en cuando de no pararles mucho. Se dedica uno a la contemplación de mejores panoramas, quizás a las drogas recreativas, de repente a sólo mirar series por cable y a rascarse la panza, por no decir las bolas. En fin, a tratar de sacudirse un poco el polvillo hediondo de los revolucionarios y sus vainas.

Pero la maldita costumbre de leer los periódicos te jode.

Porque es arrecho eso de encontrarse hoy con el presidente del Indecu diciendo que entre él y su panita del Minpopoinli… el Ministerio de Industrias Ligeras, han determinado que el desabastecimiento es “virtual”, que no existe “de verdad”.

Lo que cuenta este genio llamado Samuel Ruh es que en diciembre a la gente le da por gastarse todos los reales comprando, no sólo caña y electrodomésticos supongo, sino que también les pica por andar llevando comida para la casa. Todos, como una cuerda de locos, quieren comer más y más en diciembre y entonces invierten sus utilidades en pollo, carne, leche, harina y huevos.

Bueno, la invertirían en eso si es que se les presentara “de verdad” la oportunidad.

Todo lo demás es mentira. Una campaña mediática, una conjura oligarca para desprestigiar a Chávez, el futuro gran señor de la Antártida, salvador de focas y crustáceos polares.

Los revo se cambian el cassette cuando el jefe lo ordena, pero no alteran el método. Hasta que el comandante lo dijo no había en este país ni delincuencia ni corrupción ni basura en la calle. Pero ahora el iluminado compartió su luz con el resto de sus acólitos y hete aquí que ahí estaban ese montón de muertos y de atracados y de ladrones 4x4.

Antes, todo eso formaba parte de una conspiración de la canalla mediática. Lo mismo que la escasez. Como si Ruh de verdad estuviera convencido de que este país lo habitan una sarta de pendejos a los que puedes engañar con semejante mediocridad. Como si Ruh pudiera –sin la camisita roja y el carnet- ir a comprar ahorita mismo un litro de leche en el abasto de la esquina.

Más pendejo serás tú, Samuel Ruh.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no consigue leche ni carne ni güevo que coma entonces mierda la clase media. Acostumbrada como está a hacerlo en sentido figurado que lo haga ahora en sentido estricto. Bienvenidos a las necesidades del mundo. ¿No se las imaginaron nunca? Con las neveras llenas de basura que siempre tuvieron qué coño iban a imaginar.

Anónimo dijo...

ta' bueno.

Anónimo dijo...

-¿Y ahora qué vamos a comer?
-Mierda.
El diálogo final de "El coronel no tiene quien le escriba", rescatado por William Lara para justificar la ineptitud hasta en el lenguaje del líder, sólo demuestra cuán comemierdas pueden llegar a ser quienes defienden a capa y espada este gobierno.
Si papito, bienvenidos a las necesidades del mundo, a ver si te atreves a decirle lo mismo a una mamá que pasa horas haciendo cola en las puertas de Mercal para llevarse un kilo de leche a su casa, o ve con esa moralina purificadora a una familia esperando en la madrugada con un chamo enfermo a las puertas de un hospital para ver si los atienden. Seguro se sentirán mejor.

Anónimo dijo...

Dema, el de la cosa: si, tienes toda la razón.

Anónimo dijo...

Dema,
con todo cariño, antes que nada, ¡Feliz nuevo Año! No sé que relación tienes con la gente de relectura, a lo mejor, eres Fedosy, todo puede ser. Peo bueno, si les llega a los ojos a alguno, les pregunto lo que muchos se han de preguntar. ¿Por qué cuernos se cae tanto esa página?

Anónimo dijo...

esa página peorra se cae porque la niña Vegas es incapaz hasta para pagar a tiempo el dominio

Anónimo dijo...

delincuente de las 9:58 PM, lo mejor de ser un anónimo es que no cometes el pecado pavoso de colocar tú nombre y apellido (cual página porno). Pero lo peor de ser anónimo es que lo confundan a uno con delincuentes como tú.

Anónimo dijo...

Cada vez hay más comentarios de mal gusto, no se dan cuenta que hay cosas que se hacen en privado, a menos que sean del tipo de gente que hace cualquier cosa en público. Parece que no tienen pena de que aunque escriban con anónimos los demás los lean. Da pena.

Anónimo dijo...

Aquí los comemierdas son Samuel Ruh, y el de las 9:58 pm. Y el que da pena es el de las 8:01 pm.

demalamadre dijo...

El primero de los comentarios es el que da pena. Debe ser un pobre obrero que justo antes de subir al cerro, después de una jornada de trabajo duro, explotado por el patrón burgués, se detiene a gastar plata en un cyber café a leer este blog clase media a ver qué es lo que tienen en la cabeza los niñitos de papá y mamá. Pedazo de guevón, como si la falta de comida no afectara a los pobres.

Y no se metan con la niña esa, que la otra vez la vi de lejos y tiene lo suyo.

Anónimo dijo...

El primer anónimo es sin lugar a dudas un recontra pedazo de guevón, ese es Samuel que le dió dentera tú comentario.

Anónimo dijo...

¡Y qué con los obreros que van a los cybergs! Gran vaina, no todo el mundo tiene internet en su casa.

Anónimo dijo...

...son tantas...inevitablemente alguna será la última. Lo sabemos.

Anónimo dijo...

Qué extraño, no es fácil de entender. Pero esas cosas pasan. Ojalá no fuera así, pero qué más.