jueves, mayo 24, 2007

JARTERAPOP – Quién nos salva del neo-folclor

Entre las tantas cosas que algún día la patria reclamará al prócer de los calzones rojos tiene que estar –atención futuro- ese frankenstein sonoro al que convenientemente decidieron llamar “neo-folclor”.

Hay vainas indignas y esa.

No es cuestión de ser purista. Esa es una enfermedad que nada bueno acarrea.

Experimentos con la música venezolana ha habido desde mucho antes que a los carajitos de hoy les parezca muy cool meterle una guitarra distorsionada o un pum-pum discotequero y medio mariconzongo al Alcaraván o al becerrito de Lilia Vera.

Pero es que lo que encontramos hoy, salvo las honrosas excepciones de siempre, es puro ramplón y sucio oportunismo. El gobierno obligó a meter producción nacional a lo arrecho y las banditas de escaso talento y mucho deber de estudiar encontraron la forma de colarse en la radio y de que los escucharan otras personas además de sus sufridas familias y vecinos.

- Fino pana, búscate unos discos de tu viejo y vemos.
- ¿No sabes si Simón Díaz tiene más canciones o todas ya las remezclaron?
- Chamoooo, ¿y si hacemos una del panita este que se caía a curda, el que siempre tenía una franelita de rayas?
- Pana, ¿tú sabes tocar cuatro?

Así nacieron esos bodrios que nos asaltan a diario desde las emisoras, así los grupitos que tendrían que haber hecho mejor los deberes llegaron a la radio, encontraron un camino fácil para fantasear con la fama y colearse en algún cartel.

Así también las estaciones radiales encontraron la forma de cumplir con las cuotas exigidas con un mínimo de alteraciones a sus estilos. Y así, como dirían en Maracaibo, se depravaron pa’r coño y ahora cualquier cosa les sirve como neo-folclor. La Mega sabe de qué se trata. Si usted tiene, por ejemplo, a Huáscar tocándole la flauta, no importa que lo que esté haciendo sea un son cubano o una guaracha: esa vaina es neo-folclor y bástese con que Huáscar esté ahí.

Si el tipo está haciendo un psicodelictribaltranceparampampán pero hay un sonidito como de maracas o algún golpecito como de culo ‘e puya, ¡listo! ¿pa´qué más? Ese es tremendo neo-folclor. Y ni hablar si le metes la voz de Gualberto. Ahí sí es verdad que vas directo a la rotación y puede que hasta te lleven a tocar en La Estancia.

Entre la habladora de paja, las cuñas del “gobierno bolivariano”, el neo-folclor y la entrevistadera a Cecilia Sosa y a Carlos Blanco para “analizar” cualquier vaina, cada día quiero más a mi iPod.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón. Es irrespetuoso con la tradición musical venezolana y con los artistas esa tendencia negadora.

Anónimo dijo...

a música de Simón y de Aldemaro se perdió entre los ¿Arreglos? y ¿versiones? que le han hecho ultimamente. deberiamos aprender de los brasileños.

Anónimo dijo...

si, es absolutamente absurdo escuchar frases como: tus ojos en la llanura o alcaravan compañero con una descarga de guitarra electrica y un pum pum estilo metalica de fondo. esas mezclas hay que saberlas hacer; pero se sabe: los atajos no sirven y esa musica se olvidara como los temas de britney spears (que no se que es mas pior)

Anónimo dijo...

yo creo que neo-folklor es un fondo musical del momento. Un huevo tibio, sin bolas por supuesto.

Zinnia dijo...

la última y tuve "la suerte" de escucharlo de boca de david rondón e iván losher es que se viene Oscar de León remezclado...llorarás, eso te lo aseguro.

Anónimo dijo...

¿Y? como si todo el mundo supiera qué hacer con su vida?
La gente se cansa.