Cuando el Maximus-Optimus-Prime se “enteró” –porque seguro no lo sabía- de que los nativos del país que quiere cambiar se cuentan entre los mayores consumidores de whisky del planeta, decidió que ya era hora de agitar la boina: no más dólares para esa vaina y más impuestos a los frasquitos de escocés.
El Comandante sí que manda de verdad. Se acabaron las peas que se mete su muchachito en el San Ignacio, se acabaron las noches botella tras botella de celebraciones de sus niñas, se jodió el Círculo Militar.
No sólo te dice el Comandante cómo debes pensar, qué debes leer, a quién escuchar, a quién odiar, que debes ver La Hojilla, que no debes ver Globovisión, dónde comprar comida, que debes escuchar en la radio, a quién obedecer, a quién rechazar, cuál de estos es el enemigo, quién el infiltrado; sino que ahora te dice qué es lo que debes tomar cuando tengas ganas de echarte un trago: o ron o nada. O ron o lo pagarás muy caro.
Y la vaina es literal: lo pagaremos caro.
Acabaron con la leche a punta de “reconquistas” de tierras y de bajarle los pantalones a la gente del campo. Y tratan de hacernos creer que la vaina es culpa de los chinos. Debe ser que en los automercados de París, o de Santiago de Chile, o de Buenos Aires, o en el súper de Madrid, o de Berlín, escasea la leche tanto como aquí porque la están llevando toda para Shanghai. A otro con ese mojón.
Ahora van con el whisky. Me arrecha que no exista un sucedáneo, un whisky en polvo, un whisky condensado, una vaina así.
Nos joderemos los cultores del escocés –aunque me alegra que se jodan los que le ponen hielo demás- pero especialmente los pela bolas que no tenemos acceso a dólares sin control ni a proveedurías militares libres de impuestos. Nos irá mal a los pendejos para quienes comprar una botella de 18 años es todo un evento, esos mismos que andamos cazando quién va para Margarita para encargarle un frasquito.
El Comandante como que no se da cuenta: esa es una medida que abre aún más la brecha entre ricos y pobres. Y que en el transcurso de los próximos días, hará engordar los bolsillos de los dueños de licorerías que ya, esta misma noche, estarán remarcando los precios de mi querido viejo Parr y del distinguido señor Walker.
Coño Hugo, ¿cómo vamos a hacer contigo mi llave? Tanto por hacer en este país amenazado por el imperialismo y los desviacionismos y te vienes a ocupar de esta pendejera.
Sigue así, ya veremos cómo te va cuando empiece a escasear este preciado líquido.
miércoles, octubre 10, 2007
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4 comentarios:
Todo está finamente calculado, demala: tú te acostumbras al ron El Muco y te recuperas del asqueroso ratón en las dos horas extras y diarias que te regala el Comandante para que no trabajes tanto. Y como de paso te destrozas el estómago y el hígado, no vas a necesitar tanta leche, ni tanta azúcar, ni tanto arroz, ni tanta pasta ni tanto mazeite porque no vas a poder comer.
Pensamiento único. Trago único.
Mira, a lo mejor lo del whisky se debe a una pea inolvidable, y en venganza se quiere desquitar. Está más que sabido que lo de él es una perenne pelea contra sus traumas, eso es lo que rueda su doctina. Pero el contrawhisky es un arma de doble filo, lo acerca o le aleja del pueblo. (yo diría que lo aleja)
Je je je, por favor, Demalamadre, no dejes de escribir alguna cosa con la rasca que te deje el Ron El Muco
dani m.
Mejor el ron o el teragrip, si lo que tienes es gripe, Demala.
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