(Este texto debió haber llegado aquí hace tiempo. Lo siento. Ya el rey de España pasó por toda Colombia y debe estar ya de regreso a su vida ociosa. No logré colocar el texto antes por una razón poderosa: cada vez que entraba al site de la revista Soho, de donde tomé esto, no podía más que ver y ver y ver a esa criatura prodigiosa que es Amparo Grisales, una vieja que tiene como sesenta años y está mejor que una de 18 y gimnasio. De todas maneras rosas, aquí va otra de Vallejo)
Por: FERNANDO VALLEJO
El 12 de octubre del 2004 el periódico Romania Libera de Bucarest informó de la cacería en la región rumana de Covasna, al pie de los Cárpatos, en que Juan Carlos Borbón, alias Su Majestad don Juan Carlos I de Borbón y Borbón (con el "de" y la "y" que se suelen poner estos zánganos en sus nombres para significar que nacieron de la vagina de oro), mató a escopetazos a nueve osos, una osa gestante y un lobo y dejó malheridos de bala a varios otros animales que medio centenar de ojeadores le iban poniendo a su alcance de suerte que los pudiera abatir alevosamente. Varios miembros de la policía secreta rumana disfrazados de campesinos e infiltrados entre los ojeadores protegían de los osos y de cuanto peligro se pudiera presentar al señorito.
La cacería o masacre tuvo lugar del viernes 8 de octubre al domingo 10 y la organizó la empresa Abies Hunting, experta en estas bellaquerías. El rey había llegado al aeropuerto Otopeni de Bucarest en su jet privado, y escoltado por diez patrullas de la policía y varios vehículos de acompañamiento protocolario se había trasladado a las cabañas que tenía en la región para sus cacerías Ceaucescu. Los lugareños de Covasna le depararon a Su Majestad un cálido recibimiento folklórico vestidos con trajes típicos y lo agasajaron con palinca, un aguardiente de ciruela que no sé si le gustó o no al borrachín.
Porque han de saber que este señorito viejo además de cazador es mujeriego, buen vividor, borrachín y corrupto. Lo de mujeriego, buen vividor y borrachín es cosa suya y de su familia, que se lo tendrán que aguantar. Lo de corrupto es cosa de España, que lo alcahuetea. Y lo de cazador es cosa mía y la que me mueve a escribir este artículo para denunciar al bellaco.
Dada la absoluta insensibilidad de la mayoría de los seres humanos ante el sufrimiento de los animales, pero dada también la indignación general que causan en todos lados la venalidad y los peculados de los funcionarios públicos, voy a mencionar de pasada a algunos de los amigos íntimos del rey, con quienes ha tenido negocios (ya no más porque están en la cárcel) y quienes, tramados en la más embrollada red de complicidades y llenándose de paso sus bolsillos de millones, han hinchado las arcas reales con los sobornos que han sacado de aquí y allá con su consentimiento y usando su nombre hasta el punto de convertirlo, del pobretón que era cuando llegó a la Corona en 1975, en uno de los hombres más ricos del mundo: en el 2003 la revista Forbes le atribuía una fortuna de 1.790 millones de euros. He aquí unos cuantos de sus amigos delincuentes:
Javier de la Rosa y Manuel Prado y Colón de Carvajal (otro con la "y" y el "de", nacido de la chimba de oro), condenados en diciembre del 2002 por la Audiencia Nacional de España el primero a cinco años y medio de prisión y el segundo a dos por los delitos de apropiación indebida y falsificación de documentos (75 millones de euros le transfirió De la Rosa a Prado para que éste se los repartiera con el rey).
Mario Conde, "el banquero de la monarquía", que se embolsó 8.000 millones de pesetas, y que fue condenado por el Tribunal Supremo por los delitos de estafa, apropiación indebida y falsificación de documentos a 20 años de cárcel que viene purgando desde diciembre de 1994. Este Conde sin condado, un "financiero" (hampón), es el del famoso caso del banco Banesto, que presidió de 1987 a 1993 y donde el rey tenía dos cuentas, la 8317-172 y la 148963-172, vinculadas con operaciones en la Asturiana de Zinc, Sindibank y el propio Banesto.
Alberto Alcocer y su primo Alberto Cortina, "los Albertos", del Banco Zaragozano y asiduos del Palacio de la Zarzuela, a quienes en marzo del 2003 el Tribunal Supremo condenó a tres años y cuatro meses de prisión por los delitos de estafa y falsificación de documento mercantil en la venta de la sociedad Urbanor, propietaria de los terrenos donde se construyeron las torres KIO de los kuwaitíes (de cuyos fondos en 1992 De la Rosa transfirió 12 millones de euros a una cuenta personal en Suiza del "administrador privado del Rey", el mencionado Manuel Prado y Colón de Carvajal). Los Albertos pidieron el indulto al Gobierno, que lo denegó, tras de lo cual recurrieron la sentencia del Tribunal Supremo ante el Constitucional, recibiendo el apoyo del rey. Obligados por la condena del Tribunal Supremo a renunciar a sus cargos en el Banco Zaragozano y a vender la participación del 40 por ciento que tenían en la empresa Barclays, se embolsaron en esta última operación 453 millones de euros. En los montes de Toledo tienen una finca de 2.000 hectáreas, Las Cuevas, donde para venderles una flota de carros de combate y cañones a los saudíes los invitaban a cazar en el mejor estilo del franquismo, cuyos jerarcas solían cerrar sus negociados y tramar sus corruptelas en el curso de las cacerías, a las que tan aficionado era el Caudillo. Impuesto por éste, Juan Carlos Borbón, el cazador, no surge pues de la nada por generación espontánea: brota de lo más corrupto e inmoral de España. Es la herencia infame que les ha dejado Franco a los españoles después de haber arrasado con su cultura.
Tres hijos oficiales y reales tiene Juan Carlos: dos infantas y un principito, casados todos y en pleno delirio reproductor. El principito anda ya por los cuarenta y se ha convertido en un principote alto y largo como una cañabrava que mandan a las tomas de posesión de cuanto presidentucho de América no alcanza a merecer rey (como Uribe) para que se destaque entre los invitados y los aborígenes por su gran altura moral. Lee bien los discursos que le escriben, a diferencia de su papá que será muy bueno para la escopeta y la rapacería pero que nos ha resultado a los de la raza hispánica bastante torpe de lengua así lo pongan a presidir los congresos de Academias de la susodicha, como el que viene a inaugurar en Medellín, la ciudad de las orquídeas en el país de los doctores (donde se le dice "doctor" a cualquier hijueputa).
Señor alcalde de Medellín: ahora que vaya el rey a mi ciudad y lo suba en su Metrocable para mostrarle desde arriba la bella villa toda despedorrada abajo por las obras de su Metroplús, muy respetuosamente le recuerdo que se debe dirigir a él como "Majestad", que es como le dijo Uribe en la última cumbre en que se vieron en el Cono Sur: "Majestad -le dijo con su vocesita, sumiso, el bajito mirando hacia arriba-, cómprenos nuestros productos pero no la coca, que nos hace mucho mal". ¡Pendejo! ¡Qué va a saber el Rey de España qué es la coca! Habrá pensado que son las Coca Colas que producimos en Colombia y no el polvito blanco que tan felices hace a muchos y que fabricamos con gran ingenio artesanal en nuestras cocinas repartidas por todo el territorio nacional como Tirofijo.
En fin, lo que el periódico rumano sacó a la luz no fue más que la punta del iceberg: la testa coronada estaba yendo a Rumania a cazar furtivamente desde hacía décadas, desde los tiempos de su compinche Ceaucescu, el tirano sanguinario de Rumania, que lo invitaba. Y a propósito de genocidas y tiranos, sabemos de una carta del 4 de julio de 1977 en que nuestro Borbón, recién encaramado al trono y en plena pobreza, le extiende la mano al sha de Persia: "Me tomo la libertad, con todo respeto, de someter a tu generosa consideración la posibilidad de conceder 10 millones de dólares como tu contribución personal para el fortalecimiento de la monarquía española". "Con todo respeto", como piden los mendigos de Bogotá. Y a la monarquía saudí le pidió un crédito de 100 millones de dólares, que la empresa kuwaití KIO le entregó a Manuel Prado y Colón de Carvajal a cambio de que durante la Tormenta del Desierto la aviación estadounidense pudiera disponer a su antojo de las bases españolas de Rota y Torrejón. Y hasta el sol de hoy. Nunca pagó.
Otros amigos y cómplices del Borbón son el georgiano Zourab Tchokotua, procesado en Mallorca en 1978 y 1992 por estafas inmobiliarias; el dueño de la FIAT Giovanni Agnelli implicado en casos de corrupción en Italia; y Marc Rich, calificado como "el delincuente más inescrupuloso de la era moderna", prófugo de la justicia norteamericana que lo perseguía por 65 delitos, enriquecido por sus suculentos negocios con la mafia rusa, Milosevic y la empresa Hallyburton de Dick Cheney y nacionalizado español.
"El rey de todos los españoles" no tiene que rendir cuentas de sus acciones, no se le pueden fincar responsabilidades, goza de inmunidad penal ante cualquier delito y está protegido por la Consitución, que lo considera inviolable. Y como si esto fuera poco, el artículo 490 del Código Penal español amenaza: "El que calumniare o injuriare al rey será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años si la calumnia o injuria fueran graves, y con la multa de seis a doce meses si no lo son". Y así han llevado al banquillo entre varios, acusados de injurias al rey, a Jesús Zulets por una caricatura en la revista El Cocodrilo y a Javier Madrazo por decir "ya que le pagamos policías, yates, viajes a esquiar y a montar a caballo, no habría estado de más que por una vez abandonase sus ocupaciones y compartiese con la sociedad su preocupación por la guerra de Iraq".
Sin embargo cuando José María Ruiz Mateos, prófugo de la justicia española, acusó desde Londres al rey de haber aceptado "miles de millones" no sólo de su propio bolsillo sino del de diversos empresarios y el Fiscal General del Estado lo iba a procesar por el delito de injurias, lo que habría podido convertirse en un sumario contra el impúdico monarca quedó reducido a nada, le dieron carpetazo al asunto. De la secta tartufa y cazadora de herencias del Opus Dei, este Ruiz Mateos fue el artífice de Rumasa, un holding de infinidad de empresas que le expropiaron. La Audiencia Provincial de Madrid lo ha condenado recientemente a tres años de cárcel por los delitos de alzamiento de bienes y de insolvencia punible en la venta de la agencia de viajes Mundo Joven, pecata minuta frente a la inconmensurable magnitud de sus fraudes. Éstos son pues los que le untan la mano al monarca y los que lo han situado en un buen puesto en el ranking de la revista Forbes.
Pero no nos desviemos y volvamos a los osos. No bien Romania Libera destapó la cloaca los ecologistas pusieron el grito en el cielo. Pero no porque don Borbón hubiera masacrado a mansalva a unos pobres animales que nada le habían hecho, sino porque estaba violando una ley internacional ya que el Urusus arctos, la especie de los osos que "abatió", está protegida por la Convención de Berna de 2001.
Yo no tengo nada que ver con los ecologistas que creen, como ese libro imbécil del Génesis, que los animales están ahí para el servicio del hombre y que para eso los hizo Dios. Dios no existe y me importa un comino que se vaya al diablo este planeta. Para mí, simplemente, los animales son mi prójimo, los quiero y considero una solemne ruindad ir a matarlos por diversión. ¡Pero qué! Educados como hemos sido los colombianos y los españoles en la infame religión de Cristo que no tuvo ni una sola palabra de compasión por ellos, ¿qué se puede esperar de nosotros? Como les dijo a los ecologistas Demetre Janos, un funcionario rumano que participó en la cacería real, en declaraciones para el periódico Crónica cuando la polémica pasó de Rumania a España: "Su Majestad estuvo de visita privada. No entiendo por qué los ecologistas montan tanto jaleo. ¿Por qué no se manifiestan cuando se mata el cerdo en Navidad, o en contra de que las sopas se elaboren con gallinas?".
No escarmentado con el revuelo que desató en España y en toda Europa, don Borbón volvió a sus andadas y en octubre pasado fue a Rusia invitado por Putin y en la región de Vologda, en el noroeste del país, mató de un disparo a Mitrofán, un oso domesticado que le soltaron habiéndolo emborrachado antes con vodka mezclado con miel.
Y este hombre valeroso es al que hoy invita el alcalde de Medellín con la esperanza de que se monte en su Metrocable y suba al barrio Santo Domingo Savio, en nuestras sangrientas comunas, a ver si salimos en la prensa internacional ya no por los carteles de la droga y nuestros incontables asesinados sino como anfitriones de todo un Congreso de Academias de la Lengua, que el zángano real va a presidir. ¿Y con qué derecho? ¿Qué ha hecho él por la lengua española, si ni siquiera sabe leer los discursos que le escriben? Piénselo bien, señor alcalde, antes de decirle "Majestad" a este bellaco, ya que metió las patas invitándolo a Medellín para arrodillársele, e infórmese y aprenda historia, por si no la sabe. Este Borbón es nieto del frívolo Alfonso XIII, que tuvo que salir huyendo a Roma, y descendiente de Fernando VII, el déspota tarado que provocó la guerra de Independencia de América convirtiendo a este continente que estaba unido en una colcha de retazos de paisuchos limosneros y desgarrando a España. Y no se olvide de estos versos de Epifanio Mejía, que hoy cantamos en el Himno de Antioquia:
Nací libre como el viento
de las selvas antioqueñas,
como el cóndor de los Andes
que de monte en monte vuela.
No me vaya a salir ahora como el Cid, de quien se dice en su poema: "Qué buen vasallo sería si tuviera buen señor". ¡El héroe nacional de España soñando con ser criado! España no tiene redención y nuestra gran desgracia ha sido que nos colonizara esta raza, la más cerril de Europa y la más cruel con los animales, la de la Inquisición de Torquemada, la gran lacaya de la puta vaticana de Roma, la nación de los tiranistas que fueron capaces de gritar cuando los franceses los querían liberar de Fernando VII: "¡Vivan las cadenas!" España, capaz de tirar cabras vivas desde los campanarios de las iglesias.
En Tordesillas (provincia de Valladolid), el martes de la segunda semana de septiembre y durante las fiestas que se celebran desde hace siglos en honor de Nuestra Señora la Virgen de la Peña, se corre el famoso "toro de la vega": sueltan un toro para que una horda de católicos de a pie y de a caballo y armados de lanzas que terminan en afiladas hojas metálicas lo persigan y lo alanceen una y otra vez en cualquier parte del cuerpo, pero eso sí, sin matarlo ni usar vehículos de motor por prohibición expresa del Ayuntamiento que es muy civilizado. Al toro lo obligan a cruzar un puente que desemboca en una vega y por ella sigue la persecución hasta que el animal cae al suelo exhausto. Entonces el que llega primero lo remata acuchillándolo en la nuca, le corta los testículos que enarbola en una lanza y como premio del Ayuntamiento recibe otra lanza, ahora toda de hierro, y una insignia de oro.
En cambio en las fiestas de San Juan en Coria (provincia de Cáceres), al toro no lo alancean: lo acosan por las calles durante horas bajo una lluvia de dardos que la chusma católica y borracha le lanza con cerbatanas hasta que lo matan. Y en Medinaceli (provincia de Soria), ni lo alancean ni lo asaetean: echan el toro a correr vuelto una bola de fuego. Son los "toros de fuego", de los que los hay también en las provincias de Zaragoza, Teruel y Tarragona y por toda la comunidad valenciana: la turba arrastra al toro hasta un pilar donde lo inmovilizan, le atan en los cuernos un dispositivo metálico con bolas de material inflamable (como las candilejas de nuestros globos) que encienden y sueltan al animal que huye envuelto en fuego mientras el líquido encendido le chorrea por la cabeza y por los ojos.
O como los toros "ensogados" de las provincias andaluzas de Almería, Málaga, Huelva, Córdoba, Cádiz y Jaén; o los de Lodosa en Navarra; o los de Cenicero y Cabretón en La Rioja; o los de las provincias aragonesas de Zaragoza y Teruel; o los de la provincia catalana de Tarragona, o los de San Sebastián en el País Vasco, víctimas todos de la crueldad más vesánica. O como las vacas "enmaromadas" de las provincias de Zamora y de Cuenca o las que sacrifican a la vista del que pasa por las calles de los pueblos de Extremadura. O como las becerradas de El Burgo de Osma (provincia de Soria) o las de Segovia en que sacan terneros al ruedo para que la turba los golpee, les clave banderillas y los mate.
Y todo ello en honor de las Vírgenes y los santos de nuestra infame Iglesia Católica, Apostólica, Carnívora y Romana, que calla y mama de la ubre grande de la vaca. Todo esto es hispanismo, cultura hispánica, de esa que tanto defiende mi taurófilo amigo Antonio Caballero, en lo cual, con todo y ser él la conciencia de Colombia, coincide con el difunto padre de nuestro reelecto Primer Mandatario, y padre asimismo del tenebroso Santiago, el de los Doce Apóstoles. Papá Uribe solía organizarles corridas de toros en sus fincas a los Ochoa, los del cartel de Medellín, nuestra inefable Medallo a la que dentro de unos días llegará el Rey entre centenares de agentes secretos españoles y un batallón de soldados colombianos, más cuidado que ni que fuera la chimba de la Virgen.
¿Juan Carlos Borbón es una vergüenza de España? No. España es una vergüenza de la humanidad. Él la representa a la perfección. España es eso: crueldad con los animales, cerrazón del alma, servilismo de lacayos. Hay que sacarla de la Unión Europea rapidito, antes de que la pudra.
Señor alcalde de Medellín, paisano: por desinformación e ignorancia de la Historia (y no quiero pensar que por bajeza moral) metió usted las patas al invitar a mi ciudad a ese bellaco. No nos vaya a salir ahora de arrodillado con zalemas uribescas, lacayunas. Nada de "Majestad", que le va a sonar muy lambón y montañero. Dígale doctor. Doctor Borbón.
Ah, y no lo suba en su Metrocable que de pronto se le descula. Mejor llévelo a La Macarena y que Santiaguito Uribe, buen hijo de su papá, le organice una corrida.
viernes, abril 06, 2007
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14 comentarios:
Lo siento no pude leer lo del rey. Pero, viendo las fotos de esta mujer desnuda de cincuenta años, Amparo Grisales, "Bésame mucho" una de las peores películas venezolana(1994) Me imagino que su dir., debe sentir un profundo orgulloso. La peli ganó su buen punto, bueno para los que tengan ese gusto. Amparo me cae de lo mejor, es un ejemplo, para decirlo así, tan seriamente. Es todo un ejemplo.
Verga, no entendí nada de lo que escribiste anónimo. No entendí un coño.
Por otra parte, el rey que se vaya a lavar el culo. Y tus preferencias sexuales, De Mala Madre, siguen siendo muy extrañas. De todos modos, me imagino que con esos comentarios alegrarás a las amigas tuyas cincuentonas que se creen carajitas. Seguro que te sobran de esas.
EL INGENIERO
Sigo pensando, lo equivocado que estas de página, ingeniero. Sigue el ejemplo de Grisales. Una vez dijo algo que estoy segura que tu no lo podrias decir. En un aeropuerto Amparo dijo: "el único sitio donde me falta hacer el amor es en un avión". Ingeniero, lo siento, pero tienes que volver a vivir la vida para entender la frase, o algo mas optimista, vive unos ochenta años mas, a ver si es que entiendes algo.
pd. Hay muchisimas paginas que te gustarían ingeniero, candidato seguro a anciano precoz. Mejor no sigas el ejemplo de Amparo, creo que no puedes con eso. No entristezcas, muchoooos piensan como tu.
Malamae
Entre la señora Vallejo y Doña Amparo, sin duda me quedo con ésta ùltima. Qué clase de culo, caballero.
SapoCrudo
de doña amparo no digo nada. de don fernando (porque es don, así se haya convertido en un escándalo casi constante, emplumado y excesivo), sí. en algo tiene razón: no hay corona que justifique la crueldad contra un animal que, de paso, tiene todas las de perder.
vallejo, tan temperamental como siempre, estancó sus críticas en sus odios personales contra la iglesia y atacó las fiestas religiosas de alta crueldad (tampoco existe sotana que lo justifique). De acuerdo. Pero el filo de la lengua vallejiana apenas arremetió contra la maldad de divertirse los fines de semana matando un toro por pedacitos. Y que me odien los fanáticos de la fiesta brava si quieren.
No son los toros los únicos sufridos. La cacería se la toman en serio. Los valientes cazadores salen acompañados de sus galgos a perseguir animales en su estado natural. Y cuando los perros ya están viejos los abandonan a su hambre y suerte, porque ya no vale la pena darles de comer. El problema de las mascotas abandonadas es tan grave en españa (de toda clase de perritos y gatitos) que ahora es obligatorio comprarlos con un chip incorporado que informe sobre el dueño original.
y más allá de lo animal: ¿no es por esos lados donde existe la mayor tasa europea de violencia -y homicidio- doméstico?
el problema real es que cuando la crueldad se permite y legaliza, se convierte en una forma de vida. y es entonces cuando se le borran los límites.
Amparo tendrá un culo del carajo pero no me gustan las viejas, Anónimo. Solo las respeto como me enseñó mi propia vieja, les cargo los paquetes y las dejo pasar cuando están en medio de la calle. Y ya, coño. Nada de pajearme con ellas como el enfermo de De Mala Madre. Así que si no quieres tropezarte conmigo vete a un blog elegante que hacen para ladillas como tú. Este blog es coñoemadre y así nos gusta.
Y sí me gustan las corridas, no joda. Coño, Manola, esta vez me la pusiste difícil.
EL INGENIERO
O sea, que le vas a llevar los paquetes a Amparo. Pertmíteme que me ria un poco.
Perdona , nené, no llores. Este blog no es coño e madre, ok! Además esa es una de las groserías menos crudas que hay en Venezuela. Aquí el “coño” se usa para todo.
Te prometo que no te me meto mais nunca con te, ingeniero sin ingenio.
"Les cargo los paquetes y las dejo pasar cuando están en medio de la calle...".
¿O sea Ingeniero que si Amparo Grisales te muestra las nalgas a ti te da cosita, te acuerdas de tu santa madre y ni te atreves a mirarla?
Aaaay, papá.
Amparo está tan buena que el primer Anónimo se quedó trabao y no se entiende lo que escribió.
Y Manola... se mandó una de profundidad. Y eso que se olvidó mencionar las peleas de gallo, los chivos que matan a orilla de carretera de un solo palazo y las peleas de bachacos... ¿Y las langostas Manola? ¿Dónde dejas esa crueldad? Las meten vivas en la olla... Ah, pero tan sabrosas que son, ¿no? ¿Y filete de mero que almorzaste hoy? ¿No sufre el mero cuando lo sacan de las profundidades y se le saltan los ojos de la presión? Ah, pero es sabroso también, ¿no?
Y las corridas: sabrosas con una bota llena de tinto...o con un whisky en la mano porque en esta vaina hace mucho calor...
bichodeuña-cíclico monotemático: el ingeniero y tú comienzan a revelar sus puntos en común: el gusto por la masacre formal de toros y el eventual poco seso: ¿de verdad te parece que las corridas es lo mismo que comerse un pescado?
Por lo visto Manola, masacrar a 8 osos y a una osa preñada como deporte es igual de malo que comerse un sandiwch de pernil en la Encrucijada, después de todo, al pobre cochino lo mataron a garrotazos. Déjalos que sigan discutiendo quién es más caballero: quien le cargaría las bolsas a la Amparo Grisales, o quién preferiría llevarsela a la cama, pero la próxima vez que veas al poodle de tu vecina deambulando por el estacionamiento de tu edificio, espachúrralo con el carro, para los parámetros de nuestros blogueros ese debe ser un excelente deporte urbano.
Eso es lo que me gusta de este blog. Al fin se le puede decir imbécil a la gente como tu “no tan guanipa”,
Gente que pulula por allí, que lamentablemente son mayoría, que cree que es buena y que es la monstruosidad de la gente que echa a perder la vida, que se jacta de hacer comentarios de santa pero lo que esconde es una actitud pusilánime frente a la libertad, que es represiva con el amor, que es mediocre a la hora de llegar a las profundidad de las ideas. Que le gusta Picasso, lo ve en los grandes museos y enciclopedias, y después tiene el tupe hipócrita de hacer unas comparaciones de nuevo imbéciles. Para Picasso, (‘la corrida escenifica el drama de la vida y de la muerte y el rito ancestral que enfrenta al hombre y a la muerte’) por si no lo sabe esta niña.
Todos tenemos cosas que no nos gustan, hay todo el derecho, pero la comparación llena de cinismo de la no tan guanipa es simplemente imbécil.
Para escenificar "el drama de la vida y de la muerte y el rito ancestral que enfrenta al hombre y a la muerte" tenemos nuestros propios malandros. Que lo diga Cinthia..
Por lo visto el anònimo que piensa que se crece imbecileando a quienes no compartimos la afición por la matanza de animales ni como deporte ni como espectáculo es de quienes van a las corridas de toros con su poodle arropado bajo la mantilla de encajes para que no le salpique a su tierno animalito la sangre taurina. Hasta la supuesta frasecita de Picasso -sin duda el gran artista del siglo XX- me resulta, como todo lo que tiene que ver con las corridas, de una cursilería infinita. Imagino que como el anónimo aficionado al arte y a los toros no tendrá muchos Picassos guindados en sus paredes, los suplirá con esos horribles carteles taurinos, enjugándose una lágrima cada vez que entona "Granada" recordando como lloraba la Pantoja en la tumba de Paquirrí.
Y tú, de Mala Madre, más allá de las fotos de la Grisales, ¿qué opinas de la Vallejada que posteaste? ¿La pusiste por vallejiano, por puro antimonárquico o porque en tu coranzocito late escondido un defensor de los derechos de los animales?
Ni vallejiano, ni antimonárquico ni defensor de los animales. Lo puse porque me parece una sabrosa hijueputada: ácida, bien escrita y muy coñoemadre.
Sobre los toros, aclaro: me parecen salvajadas las cosas que comenta Vallejo sobre las tradiciones españolas. Pero hasta ahí: las corridas de toros, bien ejecutadas, me parecen arte puro.
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